MIGRAÑA
Siete mares
arremeten
contra el nudo de mi cráneo
y ascienden
con un Leviatán
y veinte gritos en marejada.
Busco
el silencio
más adentro del pulso
y un ibuprofeno
en su sagrada forma
purifica
el desasir
de la maldita madeja.
Me rindo,
pierdo y gano
mi propia batalla
del equilibrio.
Hasta el siguiente asalto.
Imagen: Slava Triptih
Sé lo que es... afortunada tú que con el ibuprofeno acabas con el monstruo...
ResponderEliminarhttp://andantemaestoso27.blogspot.com.es/2013/01/26-locura-pasajera.html
San ibuprofeno, un gran aliado.
EliminarPues ten cuidado porque hoy he leído la noticia de que la toma de ibuprofeno puede acarrear graves problemas de salud. Por lo demás, el poema me parece muy original.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias. Saludos.
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