En un manto-precipicio
se intercalan
humores esenciales,
restos
de ADN desleídos
sobre la gruta
de un filósofo antepasado,
el bien y el mal
hechos carne y audacia,
el vino que ciñe
cinturas con alientos,
palabras de barro
templando la piel
del hombre
creado
para
deleite
de una mujer gato.
Afuera
tempestades.
Aquí
sopla el verano.
Imagen: Yoga. Alexander Pilnick.
Y al acabar de leer, sentir que llevas horas y no segundos.
ResponderEliminarEsa sensación tan valiosa, gracias.
Valiosas son para mi tus palabras. Gracias.
Eliminar<3 <3
ResponderEliminar;)
EliminarOtro vicio que añadir a mi estante mental.
ResponderEliminarSeguiré por aquí unos ratos.
Me alegra saberlo. Pasaré por tu piso a leer una cerveza o beber versos.
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