Ya casi no recuerdo cómo se conjugan ciertos verbos. Me descubro en ocasiones hablando sola como las locas para no olvidarlos. Se desvanece de mi memoria cómo temblaba de sol en otras vidas horas y horas abatiendo mundos, construyéndonos.
Porque es piel lo que parece luz, deleite y arrebato, y puedo tornarme fuego y los cuerpos no engañan y aman y mueren desmembrándose en cada encuentro. Pero su sola lengua no quita la sed. Que te muestres y me acojas en palabras desnudas de vientre. Lo echo de menos. Imagen: Xavier Escribà. Epidermis. Les yeux Klee.