
"La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas."
JAIME SABINES
La Luna sigue ahí colgada.
Me da igual que insistas
en que su luz no es propia
y en que ese rostro de cráteres
no es una mueca simpática
de ecce homo restaurado.
Sigo viéndola enorme
cuando sale por las montañas
y encoger al alejarse
como globo de helio
hacia el cénit cada noche.
¿Efecto óptico? Es posible.
¿Que no la pisó Armstrong
en aquel pequeño gran paso?
Puedes cuestionarlo.
Si la cara oculta
no esconde misterios,
ni caso. A pesar de todo,
me declaro lunática social.
Seguiré bebiendo luna,
emborrachándome de mareas,
renaciendo y decreciendo
hasta ser nueva.
¿Que se aleja por centímetros
cada año de la Tierra?
Yo también. Por eso me pinto
una mueca de luna arcana
en mi poema. A tu salud.
Imagen: Louise Butler - Journey to Nimbus